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martes, 14 de febrero de 2012

¿Con “S” de SEMG?: Solidaridad

Me han dicho que tal vez, el mundo cambie… que se puede lograr, que en tus manos está, que el Nica pueda soñar… son sus ojos los que te dirán, que es tu ayuda la que los hará soñar… (de “El Nica quería soñar”.  Caminos Cruzados)

Por el Tuerto

No es la primera vez, ni será la última, claro, pero cada vez que oigo o leo esos resúmenes económicos trimestrales de las grandes empresas, es que me pongo de los nervios. Los considero, por excesivos, poco menos que sonrojantes, impúdicos… y sobretodo, injustos. Y eso que sabemos de la misa, la media, por supuesto, que vete a saber lo que callarán.
Digo yo, si será la edad que me afecte, porque año más que me regala la vida, peldaño más, que mi sensibilidad aumenta. Y muy especialmente para la injusticia. Y aún más especialmente, para la injusticia económica. Y fíjate que, en eso, me he llevado un chasco, porque siempre creí que “a más viejo, más pellejo”, pero qué vaaaaa… Bueno, chasco en eso, y en otras muchas cosas, claro, porque es que piensas, (ay!, infeliz), que a medida que vayan pasando los años, lo ya vivido te irá fabricando en el alma una especie de caparazón vital, que te evitará las llagas del diario roce con la vida y sus amarguras. Y te lo llegas a creer, ¿verdad?. Pues ni de coña. Al contrario. La vida jugará contigo como tu con la cebolla, y capa a capa, te irá dejando el corazón, cada vez más al aire. A este paso, en nada, te lo desuella, así que es buen momento para que mires alrededor y hagas más cosas buenas.
Sí, ya sé que vivo en una sociedad libre, en la que, por definición, por lógica, y por gracias a Dios, impera eso que llaman la libertad de mercado, que es, al parecer, el menos malo de los sistemas económicos. Eso lo tengo tan claro, como que, que no tengo ni puñetera idea de economía, ni de bolsa, ni de acciones, ni de nada por el estilo, que nunca mi sueldo me dio como para ponerme a jugar con las cosas de comer. Mis conocimientos al respecto, se limitan y proceden, de mi habilidad ya demostrada, en como llegar a fin de mes con el sueldo, sin que los del banco me monten el pollo.
Y claro, cuando oigo las ganancias del trimestre de Repsol-ypf, Telefónica, la constructora no se qué y los bancos, es que se me abren las carnes. Miles de millones de euros, de botín a cada cual. Y por supuesto, que el gasoil no para de subir, ni yo de padecer la estafa de la factura del móvil, o el ADSL, que es el doble de cara aquí, que en el resto de Europa.
Y encima, oigo esas disparatadas cifras regresando del Congreso de la SEMG, así que me  pillan con la fibra sensible. La tengo embadurnada por el contacto con la equilibrada humanidad de ese puñado de compañeros, a los que no quiero poner nombres por pudor y que me perdonen, que nos tienen a todos con“el corazón partío”. Los veo tercos, en su justo y loco afán por hacer, de la Fundación SEMG-Solidaria, nuestro mascarón de proa contra la injusticia y la miseria allende los mares. Me cagüen la leche… y es que se me caen lo güebos al suelo viendo su coraje, sus ganas, su pundonor y sus arrestos, yendo contra corriente, impermeables a que la solidaridad, no se estile entre los médicos. Se están dejando, las pestañas y el resuello, inmunes al desaliento por conseguir, de donde sea, las perras para rematar el Centro Sanitario de Ciudad Sandino, que estamos haciendo. Que ya está ahí, coño, que ya se ve, que sólo falta rematarlo… y todo, para poder llevar, en nombre de la Sociedad Española de Medicina General, a tanta pobre gente, los medios sanitarios que les permitan vivir su pobreza con dignidad, y al mismo tiempo, ayudar a la formación continuada de los compañeros de Nicaragua. Y porque apoyo a muerte su cuerda locura, su persecución de la utopía, su honrada coherencia, me duele nuestra tibia indolencia colectiva.
Anda, haz el favor, que el leer puede esperar. Mira, arranca el ordenador y  vete awww.fundacionsemgsolidaria.org. Navega por la página, entérate de lo que es la fundación, de sus proyectos y mira las imágenes, aunque puedan helarte el corazón. Y hazte socio, coño, que merece la pena. Tienes que meter ahí el hombro, con un par, que el peso es mucho y se necesitan espaldas como las tuyas, colega, que tu ya estás criado. Y, en la pestaña de música solidaria, entra, y mira el videoclip deCaminos Cruzados, que ha tenido la bonhomía de hacer la canción “el Nica quería soñar”, preciosa, cuyos derechos de autor han cedido a la fundación. Merece la pena. Escúchala varias veces, y entra en su página www.caminoscruzados.es y ya puestos, remata el día y cómprales el disco, no seas raca, que están empezando y ya se lo han ganado a pulso, que Javi, Fer, Carlos y Gus, tienen madera, humana y musical, y además de hacerlo requetebién, son unos tíos de corazón solidario. Avala su solidaria juventud con tus pelas.
Estoy hecho un lío. El que un banco tenga, como exclusiva finalidad el beneficio económico de sus accionistas, al igual que una constructora, o que  cualquier otra empresa, es lo lógico y para eso se crean. Vale. Y que ganen un pastón, de acuerdo, siempre que sea honradamente. Pero, no sé... creo que incluso sus beneficios debieran tener unos límites, cuando existen tantas carencias alrededor, tanta gente necesitada de lo básico, de lo normal…
El otro día, sin ir más lejos, volviendo de viaje pasé por Seseña. Me acordé de su famoso “pocero”, y del disparate de esas urbanizaciones, que son como conejeras, construidas en medio del secarral. Y de sus ganancias publicadas, que según la prensa, son de auténtico escándalo. Pocos kilómetros más adelante, Fuenlabrada. Y me acordé, en contra posición, de su “otro pocero”, ambos tan cerca, pero tan diferentes. Resulta que el de Fuenlabrada, que tiene una cara de cura que no se lame, construye viviendas, exactamente iguales en calidad y metros, sólo que a la quinta parte del precio, de las de la acera de enfrente. ¿Cómo es eso posible?. El uno disparatadamente rico; el otro, un tío aparentemente normal, y sin taras conocidas, que no pierde dinero, pero que no aspira a desbancar a Bill Gates de su podio. No dudo de la honradez de cualquiera de los dos, no es eso. O, bueno, sí. Porque cuando uno se gana la vida honradamente, poniendo precio justo y asequible a lo que construye, hasta el punto de que tiene que hacer sorteos para asignarlas, y el otro, que las vende iguales en la acera de enfrente, lo hace a un precio cinco veces superior… A ver, que me lo expliquen, que me dan escalofríos… Y eso en España, que al fin y al cabo, somos unos privilegiados.
Y yo aquí, quejándome de mi sueldo cada dos por tres, ya ves, y resulta que me entero que mis colegas de al otro lado del charco, ganan unas diez veces menos que yo, y que no les llega ni para pagarse sus propios medicamentos. Bueno, pues hasta en eso, les podemos y debemos echar una mano. 
Y la fundación semg-solidaria, a lo suyo, que es lo nuestro, lo tuyo y lo mío, lo de todos… porque me imagino que ya te habrás hecho socio, ¿no?. Bueno, vale, que has querido terminar de leer esto antes y no te ha dado tiempo. Vale, pero, hazme el favor: en cuanto lo termines, hazte !!!. Seguro que, te sentirás mejor, más coherente, más humano. Y no se lo digas a nadie, pero… no sé… hasta se duerme mejor por la noche, como más suelto, más sereno, e incluso se sueña uno con cosas bonitas con mayor frecuencia… y se ve todo como con tonos más cálidos…
Compañeros innominados, que habéis tenido los güebos de embarcarnos a todos en este proyecto humano y solidario. Quiero deciros que merecéis la pena; que valéis un montón, que adelante; que estamos con vosotros; que no cejéis en ello; que queremos que sigáis peleando en nuestro nombre por la solidaridad, porque al hacerlo, nos humanizáis a todos; que no os sintáis solos; que estamos todos detrás, empujando; que creemos en vosotros… que agradecemos vuestro esfuerzo. Venga, venga, venga…
O sea… ¿cómo decíroslo, colegas?...
Viva la madre que os parió !!!


Correspondencia: eltuerto@semg.es

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