Vistas de página en total

martes, 14 de febrero de 2012

La sin razón de un monopolio:la informática médica

Por el Tuerto 
Creo que junto con el fuego, la rueda y la lavadora superautomática, el mayor descubrimiento del hombre ha sido el ordenador personal. Te guste o no, es así. Con el tiempo, estudiarán la historia del ser humano dividida en un antes y un después de la invención de la informática. Y si no, al tanto.
Lo malo de los descubrimientos, es que, una vez que llegan a la calle, ya no tienen posible vuelta atrás: para bien y para mal lo invaden todo, están en todas partes y pasan a condicionar el resto de tus días, hasta en los más mínimos detalles. Te pongas como te pongas.
La informática se ha infiltrado de tal modo en nuestra vida, que ya nada es posible sin ella: tu cuenta en el banco te la gestiona un ordenador, el coger un avión, solicitar una pizza para tu hijo, las centrales y terminales telefónicas, el marcador del campo de fútbol, el corte del patrón de los pantalones que llevas puestos ahora mismo, el conseguir en las reparaciones el color exacto de la carrocería de tu coche... nada es ya posible sin la informática. Dime si no, que es lo que se hace en el mundo hoy día, sin que intervenga la informática de por medio. ¿Conoces algo?. Yo no. Mira,... hasta el riego en la agricultura ya se hace por ordenador. Todo se hace, hoy día, ordenador por medio en cualquiera de sus etapas. Estamos atrapados por esa revolución y mal que nos pese a veces, sin posibilidad de retorno.
Pero hay que reconocer, que en alguno de esos campos, ha supuesto un avance importantísimo. Sin ir más lejos en Medicina, por ejemplo, como herramienta de gestión integral de la consulta medica.
En eso, la Sociedad Española de Medicina General ha sido la pionera. Apostó por ello desde el principio, y puso al alcance del médico un programa informático para la gestión de la historia clínica. Y lo sigue haciendo. Hace pocos días, ha renovado ese programa, creando el HipoSEMG XXI v7.1, que es la flor y nata en su campo. No tiene parangón. ¿Lo conoces ya?. Y la SEMG desea que cualquier médico que quiera trabajar con él, pueda hacerlo sin trabas. Pero... siempre hay, desgraciadamente algún “pero”.
¿De qué monopolio me hablabas al principio, colega?.
Te lo voy a tratar de explicar. Mira.
El campo de la informática médica, es un gran negocio, una gran tarta de miles de millones de pesetas. Y quien compra, es la administración sanitaria de turno. A esa tarta han acudido, como moscas, las multinacionales de la informática  que existían y otras tantas que se han creado ex-profeso. Ávidas de negocio, han puesto a trabajar a todos sus equipos de programadores informáticos y han creado programas que gestionan la historia clínica informatizada. Pero qué programas, madre... tan absurdos y complejos, como inútiles. Y eso sí, están diseñados específicamente para controlar a los médicos usuarios, en vez de para que los médicos, controlen las historias clínicas de sus pacientes. Y para que cuando la administración quiera extraer conclusiones de los datos que el médico ha introducido en ellos, los tenga que pedir a la multinacional, talonario en mano. Es escandaloso. Se les ve el plumero. ¿Encargo de la administración o ánimo de agradarle?.
Las multinacionales tienen un poder económico brutal, pero poca sesera, y sus programas salen como salen porque no son médicos, si no informáticos.  Sí, aconsejados, pero mal. Y se encuentran con que sus productos, son poco útiles para el médico de a pie y fracasan. Una y otra vez. ¿Adrede?. Pero no les importa. Y a la administración, que es la que paga, tampoco.
Su campo de negocio está garantizado, porque a sus usuarios finales, a los médicos, no se le da posible elección. Se les impone la utilización del programa que a la administración le interesa que se imponga . Y punto. ¿Sin escapatoria?. Bueno,... eso ya lo veremos.
Las administraciones sanitarias, a las que las multinacionales exprimen económicamente a cada paso, son tontas pero no tanto. Lo saben, pero aguantarán sus repetidos fracasos porque hay miles de millones de por medio.
En ese contexto, como viene haciendo desde hace años, la SEMG crea programas hechos por médicos y para médicos, destinados a la gestión de las historias clínicas de sus pacientes. Sus usuarios, deciden libremente si lo utilizan o no, porque son ellos los que lo eligen, nadie se lo va a imponer. Ahora presenta el programa HipoSEMG XXI v7.1, absolutamente útil y completo, al menos tanto como el que más y decide situarlo al alcance de cualquier médico.
Coincidiendo con la, cada vez más necesaria, informatización de la historia clínica por parte de las administraciones sanitarias, la SEMG también decide ponerlo a su alcance, para que ellas lo ofrezcan a aquel médico que desee utilizarlo, con libertad, sin imposición. Y se le ofrece a la administración a precio de costo. No de mercado, simplemente de costo. Craso error. Ahí está el fallo.
Entonces sí, aparecen todos los “peros” del mundo juntos. Es como darse de bruces contra la pared. Si lo vendieras por cientos de millones de pesetas, la cosa cambiaría, pero como “lo regalas”, las administraciones no lo quieren. No hay negocio, y ya te puedes romper la cara contra el muro, que por ahí no pasas. ¿Porqué?. ¿Qué no te enteras, dices?. Muy sencillo: el negocio es el negocio. El ofrecimiento de la SEMG es inútil: el monopolio lo domina todo.
Cuando la administración que sea, convoca un concurso para la dotación de programas informáticos a los centros de salud, la SEMG presenta el suyo, al igual que otros proveedores. Sabe de antemano que, ese concurso, sale amañado por la descripción que se hace en el BOE de las necesidades: “que sea rubio, con ojos azules, lunar en el pie derecho, bizco y cojeando de la pierna izquierda”. Osea, escritito al de la multinacional de turno. Pero lo presenta a pesar de los pesares. Y nada, claro... no hay esperanza.
Entonces la SEMG elige la otra vía: que lo conozcan. Lo presentan a los directores y gestores médicos de área, que vean como funciona, que comparen. Les encanta. Se entusiasman con él y solicitan a sus superiores jerárquicos poder disponer de él para sus médicos. Otros que se pegan el batacazo: les dicen que no. Y te lo comentan “of de record” cabreados a tope: “fíjate lo que me han dicho”...
Es triste, y descorazonador, pero esa es la cruda realidad: la informática médica es una gran piscina, en la que imponen su ley los tiburones del sector, con la connivencia, el aliento y el apoyo de la administración. Y la SEMG, es una sardinita, plateada sí, pero sardinita al fin y al cabo.
Antes al menos, las multinacionales tenían la honradez de presentarse a los concursos por separado, como disimulando, para hacer bulto. Ahora ni eso: se presenta una, que no tiene ni que demostrar la valía de su programa, y cuando obtiene el concurso, ofrece a elección del comprador el muestrario de posibilidades para que se elija este o aquél. ¿Pero no eran de empresas diferentes?. Y qué más da. Igualito que esos traficantes vendedores de relojes que antes pululaban por las plazas de los pueblos, que cuando se abrían la gabardina, tenían el forro como un muestrario de relojitos colgados todos de imperdibles. Pues eso.
Y eso era cuando se dotaban por concurso. Pero ahora, ¿para que se van a molestar en convocarlos si ya sabemos todos de antemano el ganador?. Ya no hay que hacer ni el paripé para disimular. A dedo, que es más expeditivo.
Es la administración, y no las multinacionales, la que crea, ampara y sostiene el monopolio. Le interesa. Entre otras cosas, porque como ellas van al negocio, crean la herramienta, sumisamente, pensando en el interés del comprador, que no en el del usuario.
Y por eso hacen programas que se instalan en ordenadores sin disquetera, de los que el médico usuario que mete sus datos, no puede ni obtener copia de seguridad. Programas en los que el médico no controla nada, si no que es él el controlado. Que funcionan obligatoriamente en redes impuestas, a las que tienen acceso personas ajenas a su consulta y de la que se extraen datos sin su conocimiento ni consentimiento. Programas, en fin, de los que para obtener cualquier dato de interés, la propia administración tiene que pasar antes por ventanilla y retratarse. Eso sí, con tu dinero y el mío, que ellos supuestamente gestionan. ¿En provecho de quién?.
Ah!, ya comprendo... no sigas, que ya comprendo.

 correspondencia: eltuerto@semg.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario